blueprintdata y picsel. all in.
Primer día del último mes del año, y primer día como emprendedor 100%. Si alguien vio algún post anterior o me sigue en X, este año volví a meterle a picsel para hacerla crecer, y viene bastante bien. Además, este año terminamos de darle forma a blueprintdata con un gran amigo, Marco Porracín. Este último proyecto es el que me terminó de dar la confianza necesaria para renunciar a mi trabajo en Decentraland y dedicarme a emprender.
En este post quiero contar un poco cómo llegué hasta acá y por qué tomé la decisión. Siento que tiene algunas buenas lecciones y siempre está bueno hacer un checkpoint, más ahora que termina el año y las reflexiones salen por sí solas.
How it started
Si tengo que poner un punto de partida que terminó decantando en esta decisión, probablemente sea allá por 2019 cuando dejé mi primer trabajo en Capgemini para irme a Mercado Libre. En ese momento ya había ganado una buena experiencia como consultor BI trabajando en SAP y había participado en lindos proyectos (incluso un proyecto de 7 meses con viajes a Guatemala, que para el Manuel de 20 años era bastante extraordinario).
Me acuerdo que por esa época empecé a usar Twitter más frecuentemente y empecé a seguir a los referentes de tecnología y programación de ese momento: @esacrosa, Pablo Fernández y algunos más que no me acuerdo. Yo había aprendido a programar en la secundaria y tenía ganas de lanzarme a trabajar de eso ni bien terminé el colegio técnico, pero por esas cosas de querer trabajar y tener mi billete terminé en la consultora haciendo BI.
Mercado Libre
Con toda la influencia de ver ese contenido en Twitter, me cansé de ver la interfaz horrible de SAP todos los días y me prometí conseguir un trabajo de programador como la gente. Me ataba un poco un viaje que tenía planeado de 3 meses a Australia (en la consultora me dejaban pedirme una licencia sin goce de sueldo), así que lo hice y ni bien volví en 2019 me puse en campaña. Para agosto entré como programador junior en un bootcamp de Meli. Con mis 23 años me acuerdo que era uno de los más grandes del batch de chicos que entramos en esa época. Sin embargo, ya tener 4 años de experiencia laburando en tecnología me sirvieron para poder hacerme un lugar rápido y empezar a crecer. Acá está la primera lección importante: dejé un lugar aparentemente cómodo donde estaba creciendo para entrar como junior y apostar por un potencial de crecimiento y aprendizaje. Creo que vale la pena sacrificar la comodidad por hacer algo que a uno le gusta.
En Mercado Libre empecé trabajando en Java para el equipo de sellers. Me acuerdo que toqué cosas bastante legacy y empezamos a trabajar en la plataforma de 1P, que terminó siendo un éxito dentro de la compañía. Por esas cosas locas del destino, uno de mis ex-managers de la consultora entró como manager en el equipo de data y me quemó la cabeza para que rote de equipo y me vaya a trabajar nuevamente con él. Después de un par de idas y vueltas, en febrero de 2020 empecé a trabajar en ese equipo.
Al entrar al equipo tuve una reunión donde me asignaron a colaborar con una persona que estaba construyendo una herramienta interna: un sistema de ETL para autogestionar procesos de datos (algo que hoy podríamos comparar con Airflow, Dagster, etc.). Ese sistema se llamaba Gaia. La persona encargada era Marco Porracín.
Cuando leí el post técnico que había escrito sobre Gaia (sí, lo googleé al minuto), pensé: “Este tipo es un crack. Yo quiero trabajar así.” Y algo dentro se alineó: íbamos a cruzar caminos más veces.
Con Marco no llegamos a trabajar en el mismo equipo, pero empezamos a conocernos. En paralelo yo migré a otro equipo interno de Mercado Libre, desarrollando sistemas para monitorear a la competencia y demás herramientas analíticas internas, mientras me enfocaba en terminar la facultad.
Alas Finance y el bichito del producto propio
Durante ese tiempo también me fui metiendo en el mundo cripto. La tecnología me atraía muchísimo. En la facultad mi proyecto final fue construir una wallet cripto (que permitiera usar criptos como forma de gasto). Se llamó Alas Finance. No era un proyecto trivial, pero lo llevé adelante con ganas y compromiso junto con mi compañero de tesis. Ahí me puse a programar fuerte con Typescript y React Native para hacer el prototipo. La idea era armar una wallet que le mandaras pesos y convierta a DAI directamente para protegerte de la inflación. Además quería integrar Mercado Pago para poder pagar con QR usando pesos.
Cuando terminé la facultad y con ese proyecto bajo el brazo, mi cabeza ya estaba pensando en hacer algo propio. Pero no quería lanzarme sin contexto: faltaba entender cómo funciona una empresa, cómo sobreviven los productos en el mundo real, y me di cuenta de que no sabía un carajo. Otra vez Twitter me influyó bastante en la decisión, y así fue como le mandé un mensaje a Manu Beaudroit porque estaban buscando un software engineer para una app que todavía no había salido al mercado: belo. Tuvimos una sola llamada y a la semana siguiente ya era parte del equipo. Me acuerdo la cara de mis viejos cuando les conté que me iba de Mercado Libre (para ese momento ya era Senior) a una startup que recién arrancaba y que todavía no había salido al mercado. No lo podían creer. Otra vez sacrificaba la comodidad de Mercado Libre por apostar a lo que me gustaba.
belo
En belo me ofrecieron trabajar en sistemas core: backend, productos de cripto, definiciones de KYC, flujos de pagos. Fue un salto enorme. Yo me consideraba senior, pero ahí me di cuenta de que me faltaba una bocha todavía.
Mi primer proyecto grande fue mejorar el flujo de KYC e implementar la tarjeta Mastercard con Pomelo, que fue pionera en varios sentidos: enfoque B2C, cashback cripto, etc. Aprendí muchas cosas de producto, usabilidad y estructura de datos.
Como ocurre muchas veces, las necesidades analíticas crecían. El backend estaba saturado. Las decisiones del negocio necesitaban datos bien organizados. Junto con Berti (Head of Engineering y mi futuro socio en picsel) sugerimos armar un stack de datos desde cero.
Yo comencé a armarlo desde cero con la filosofía que traía de Mercado Libre, haciendo todo in-house. Pero internamente tenía ganas de seguir laburando en las features core de backend. Boludeando en Twitter para variar, veo que Marco posteó algo relacionado a crypto, así que me tiré al lance y le ofrecí que venga a trabajar con nosotros. Esto fue un martes y el viernes ya estaba comiendo un asado con el resto del equipo. Para enero Marco ya había construido el primer prototipo de stack de datos centralizado.
Belo siguió creciendo durante el resto de 2022, pero para comienzos de 2023 la dinámica que tenía trabajar en una fintech me pegó fuertísimo. Me acuerdo que nuestro proveedor bancario se caía cada dos por tres y tenía que estar fixeando cosas o monitoreando pegado a la compu. Me di cuenta de que estaba quemado cuando me metía al agua a surfear y me quería volver porque tenía miedo de que las cosas se rompan. Exagerado a full, pero bueno, fue una señal que me llevó a salir en ese momento y buscarme otra cosa. Justo Berti y Marco también estaban medio en la misma, así que nos fuimos los tres al mismo tiempo. Por suerte quedó todo bien con la gente de belo y siempre sentí que es un productazo muy por encima de todas las ofertas locales. Siempre que estoy por Buenos Aires intento juntarme con el equipo y tengo muy buenos recuerdos de haber trabajado ahí.
decentraland
Cuando llegó ese punto, se me presentó otra oportunidad: trabajar como data engineer en Decentraland. Ahí me involucré en un stack moderno, modular y escalable. Infra, pipelines, diseño de servicios backend públicos, open source. Fue un rol que combinaba muchas de las cosas que disfruto: software engineering, infraestructura, datos y arquitectura de sistemas.
Decentraland fue otro punto de inflexión. No era tan crítico como finanzas, pero tenía sus desafíos técnicos. Me permitió expandirme, aprender y reforzar mi visión del stack de datos moderno. Técnicamente podía meter mano en casi todos los servicios: backend, infra, pipeline, servicios públicos. Fue una experiencia increíble.
Durante todo ese tiempo Marco y yo seguíamos en contacto, compartiendo ideas, pensando en cómo mejorar los stacks de datos, cómo hacer que empresas medianas y grandes puedan tener infra de datos sólida sin depender de que alguien la mantenga eternamente.
Él empezó a trabajar por su cuenta con esa idea. Blueprintdata nació de ahí: la idea de realizar stacks de datos robustos, modulares, escalables; dejar un equipo de datos sano en el cliente, que el cliente pueda tomar el relevo sin depender de nosotros eternamente.
Yo, mientras tanto, seguía en otros roles (Decentraland, Picsel, etc.), colaborando en lo posible. Con el tiempo fui tomando más protagonismo. Y este año, antes de cumplir 30, para mí un momento simbólico, decidí abrir la puerta a dedicarme 100%. Convertirme en co-fundador. Dedicarnos full time.
blueprintdata y picsel
Con blueprint el panorama pinta interesante. Ya tenemos nuestros primeros clientes y algunos prospectos de proyectos que están buenísimos. En picsel ya estamos estables en Argentina y queremos lograr expandir la solución regionalmente. Lo que más me gusta de ambos proyectos es tener la oportunidad de trabajar con gente que quiero y admiro en el día a día. Emprender así lo hace más ameno y divertido. Veremos qué escribo acá en diciembre de 2026.
TLDR Lessons Learned
En retrospectiva:
Escaparle a la comodidad (cuidando el riesgo).
Hacer lo que tengas ganas de hacer y hacerlo con ganas.
La actitud y la buena onda importan más de lo que creés.
Si en el día a día le ponés garra, ganas y voluntad genuina, eso deja una marca. No impostada, no forzada; auténtica. Porque uno no sabe quién te va a cruzar más adelante, quién va a notar tu energía, quién va a confiar en vos.
Las puertas se abren cuando construís cosas con gente que admirás.
Marco no era alguien con quien me formé de la nada. Él también estaba haciendo cosas que admiraba. Nos vinculamos por intereses compartidos y eso decantó en armar cosas juntos. Lo mismo pasó con picsel.
Agregar valor.
No creo que emprender sea el objetivo per se. Lo que me mueve es construir algo que tenga sentido, que agregue valor y que me guste. Blueprintdata para mí es eso: la oportunidad de armar un producto que a las empresas les sirva para darle sentido a su negocio, entender cuál es el norte y qué tan lejos se está de alcanzarlo. En picsel lo mismo: darle la posibilidad a fotógrafos de contar con una plataforma sencilla para la venta y distribución.
Nunca estás hecho.
Todo esto me enseña que no sé un carajo y que todo es una búsqueda para seguir aprendiendo y seguir creciendo.